La obra cervantina no deja de sorprender por su actualidad en la medida que, para para las personas que habitamos el siglo XXI , las aventuras del loco, pero virtuoso don Quijote, reflejan la construcción de una realidad diseñada a partir de sugerentes imágenes para quien las crea, y todavía más para el espectador de la imaginación creadora.

En ese tenor, Mauricio Pimentel dirige la adaptación que Lucero Trejo ofrece sobre Don Quijote de la Mancha. A través de elementos lúdicos proporcionados por la estética de “clown”, el colectivo de Los Alichanes Teatro despliega las aventuras del Ingenioso Hidalgo; dando mucho que decir para quienes se aproximan por primera vez a la obra cervantina sin dejar de lado a los espectadores más experimentados.

Cervantes, recuerda la propuesta escénica, no sólo tuvo la idea en su tiempo de armar a un hombre con cacharros, nombrarlo caballero y dejar que su caballo guiara el camino que habría de seguir el héroe, sino de revelar brevemente, lo cual no era usual en él, la necesidad de establecer diferencias entre lo antiguo y lo moderno teatralmente hablando; de reconocer a los grandes ‘directores’ de su época y de engrandecer los detalles del aparato escénico.

El “el manco de Lepanto” tenía la confianza de que sus textos dramáticos llegaran a las tablas de alguna manera, mas no imaginó que cuatro siglos después se hallara un vínculo espectacular entre su novela y obras dramáticas que recuerde que lo maravilloso reside en la habilidad de lo representado para ser un engaño a la vista de quien mira, y que con gracia y lucidez se puede ofrendar a una representación una lluvia de pepinos, cualquier otra cosa arrojadiza, silbos, gritas o barahundas durante la representación.

Más allá de los ideales de nobleza, belleza y servicio impresos por Cervantes en su personaje, y sin importar a que sea merecedora la comedia, este homenaje realizado por Diana Becerril, Antony De La Vega, Faride Ramírez, Dania Fuentes Marín, Magdalena Alpizar y Víctor Vargas Avena es un viaje maravilloso por la vida y obra de Alonso Quijano. En los nueve episodios antologados en la pieza, el espacio visual entra en armonía con el elemento narrativo de la aventura. Así, lo cotidiano se transforma en un gigante, en un ejército invencible, una labradora que se reviste de bella doncella y un pequeño retablo que muestra la historia de una dama secuestrada en una torre.

La música e iluminación, por su parte, destacan una imagen memorable del quehacer de Pimentel y su equipo sobre la adaptación de Trejo del Quijote. El uso de un lenguaje poético, arcaico y juguetón que se presta como estímulo a la interacción escénica a la vez que se descubre la identidad de uno de los personajes más bellos de la literatura universal junto con quienes lo secundan, consienten o se resignan a su locura; y la muestra acertada de que el mecanismo espectacular, desde tiempos de Cervantes, tanto sirve a la ficción como desnuda su manufactura devolviéndonos a la existencia con ánimo de soñar empresas incalculables, son apenas unas cuantas virtudes de esta conmovedora propuesta teatral.

Fotos: AvE

Teatro el Galeón, Centro Cultural de Bosque
Hasta el 29 de septiembre de 2024
Entrada general $80. Descuento del 50% a estudiantes, maestros y afiliados al INAPAM. Afiliados al programa Gente de Teatro: $45 cualquier día. De venta en taquilla y teatroinbal.sistemadeboletos.com


1 comentario

  1. Jettie H. van den Boom

    1) “La obra cervantina” dice 2 veces, pero puede cambiarlo en La obra de Don Quijote…porque no ha sido escrito por Cervantes..
    2) “ Cervantes, recuerda la propuesta escénica,” puede cambiar en .. el escritor del DQ.. Es importante saber que no ha sido escrito por un español? Eso creo. Los Ingleses Francis Bacon con su club de escritores: Los caballeros Sirenas ( the Siraniacal Gentlemen) entre ellos: Ben Jonson, John Donne y ‘los dos amigos’ Francis Beaumont y John Fletcher.
    3) El “el manco de Lepanto” tenía la confianza de que sus textos dramáticos llegaran a las tablas de alguna manera, mas no imaginó que cuatro siglos después se hallara un vínculo espectacular entre su novela y obras dramáticas. “piensa.. pero Francis Bacon estaba acostumbrado a escribir para el teatro. También había utilizado a Shakespeare como hombre de paja, como testaferro.. igual que a Cervantes. Muy a menudo había trabajado bajo un seudónimo y decía que sus piezas eran para la eternidad.

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