Asistir al colegio siempre es toda una experiencia. En esta ciudad, en que la prisa ocupa un lugar imponderable entre sus habitantes, se atraviesan al paso de cualquier trayecto, sin importar la distancia, acasos que vuelven el primer día de clases una batalla entre la paciencia de las personas y su objetivo de anticipar la llegada de los docentes a las aulas.
Así ocurrió en el estreno de La fábula del todo, un espectáculo sobre adolescencia, educación y nuevas mentalidades que debió comenzar puntualmente fue víctima del tiempo lluvioso, del tránsito excesivo, de la prisa por gastar el metálico obtenido por quince días de trabajo y, probablemente, de alguna situación que supere en nuestros días a cualesquier ficción teatral. Público, asistentes de producción, elementos escenográficos y técnicos, quizá, interactuaron en esa cadena de circunstancias para que el espectáculo fuera tardío y lleno de impaciencia, no obstante, estimulante debido al valor urgente de sus contenidos y a la forma en que Claudio Valdés Kuri introduce a los espectadores al ambiente escolar de un grupo de jóvenes que cursan el bachillerato.
Al margen de que en el catálogo de contratiempos escolares tenga un lugar privilegiado la puntualidad y asistencia, es fundamental seguirle los pasos a Carolina Blanco, Emiliano Campos, Xóchitl Galindres, Alexis García, Abril Ramos Xochiteotzin y Rodrigo Vázquez Maya en la interpretación de su personaje. Como estudiante, docente o funcionario en su discurso subyace una acuciante parodia que incita a la risa incómoda, como toda gracia que remueve las experiencias cotidianas del espectador, y despierta reflexiones necesarias en torno nuestras instituciones académicas de nivel medio superior, la práctica docente y las estrategias didácticas que requieren la atención inmediata de las instancias políticas y de la sociedad civil.
Desde la creatividad de Kuri el teatro cumple su propósito convulsivo; introduce al público a un salón de clase; presenta un conflicto conmovedor que se resuelve de manera bulliciosa y recurre a la caricatura para disfrazar audazmente su intención. En su propuesta, un conjunto de estudiantes descubre la importancia de su colegio en que, como todos los colegios, existen cohabitantes interdimensionales, los profesores de las materias más complicadas son quienes más interesados en el porvenir de la población estudiantil mientras que las dependencias encargadas de inspeccionar los procesos administrativos y escolares tienen la última palabra.
Si bien, la comedia se presenta como una oportunidad para conectar con nuestro yo juvenil, permitiéndonos reír explosivamente, torcer demasiado el cuello y participar en conversaciones, ya sea para asentir o disentir con los comentarios de nuestros corrosivos compañeros de butaca, es destacable observar cómo los profesores de ciencias enfrentan el desafío de convertir contenidos teóricos en conceptos humanísticos sin caer en lo esotérico, y cómo reformulan sus explicaciones sobre temas sociales y culturales contingentes utilizando enfoques científicos.
Bajo esa dificultad de transformación del lenguaje, La teoría del todo, contiene una destacada reflexión sobre los cambios intelectuales que se suman a los biológicos y psicológicos durante el proceso de reorganización de las personas de la adolescencia a la juventud. La propuesta de Teatro de Ciertos Habitantes ,recuerda que esta etapa es una ocasión propicia para modelar estructuras de pensamiento; reafirmar identidades; crear conciencia política, cuestionar costumbres y tradiciones, pero, sobre todo, de aprovechar la disposición del público para encontrar, en su aceptación del juego de ser adolescente, desde el centro de cada quien, una respuesta más amable ante la caótica diversidad de contrastes entre las teorías de violencia de género, colonialismo, feminismos, acoso escolar, discriminación y su aplicación práctica.
Así de compleja como las relaciones cósmicas, Kuri y TCH sobrellevaron una tarde de viernes en que todo parecía conspirar para ser motivo de ejemplo en el aula instalada al interior del Teatro Helénico. Y con todo, la sugerencia queda planteada, si después de la clase se comprende que nosotros determinamos con nuestros pensamientos qué es lo que nos pasa, integramos la idea de diversidad en la unidad y restamos prejuicios, estereotipos y estigmas, con toda seguridad, como el universo, entraremos en estado de ajuste fino, coherencia o superposición cuántica.
De 30 de agosto al 13 de octubre de 2024
viernes , 20:00 a 21:20 hrs.
sábado , 19:00 a 20:20 hrs.
domingo , 18:00 a 19:20 hrs.
$185.00
Público: Adolescentes y adultos
Espacio: Centro Cultural Helénico – Teatro Helénico
Fotos: AvE