Dos átomos de hidrógeno se acercan,

se miran, se besan y se abrazan.

¿Qué fuerza los mantiene juntos

sino el amor que hierve y estalla

dentro del corazón del Sol?

Puedo entonces decir de ese amor:

es el que estalla dentro de mi alma

cuando siento de Venus tus besos,

en Marte el color de tus labios,

tus dedos que tocan mi espalda

como acaricia los ojos de los astrónomos

el ver los anillos de Saturno.

Porque te amo en cada collar de asteroides

con los que beso tu cuerpo de estrellas.

Te amo en las feroces tormentas

de garzos bajo los vientos de Neptuno,

como en la luna de Júpiter amo

tus ojos que miran a través 

de volcanes kilométricos.

Viajo. Estoy lejos y cerca,

igual al mensajero Mercurio,

en todo el espacio oscuro,

y brilla blanco en el Cometa

ese amor que sólo es tuyo.

Un poema de Luis Roncayolo

Foto de portada: Freepick

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