Las propuestas dramatúrgicas sencillas e inteligentemente estructuradas también forman parte importante en Shakespeare Teatro en el Parque. Romeo y Julieta de bolsillo del argentino Emiliano Dioniso, dirigida por Alonso Íñiguez y en la que alternan la interpretación de personajes Brenda de Arrigunaga, Adriana Montes de Oca, Santiago Zenteno y Pablo Chemor parte de la idea de transformación para difundir alegremente la trágica historia de los amantes de Verona.

            Para determinar si la afinidad de voluntades de los jóvenes enamorados es positiva o negativa en relación con las características particulares del género trágico, dos maestros, especialistas en el autor británico, recurren a la libre interpretación del texto canónico de Romeo y Julieta y a una muy particular manera de representarlo. Haciendo del espacio dramático del salón de clase un lugar de teatralidad, propicio para puntualizar y en ocasiones contravenir asuntos que la tradición académica ha sugerido como constantes estilísticas y temáticas en la obra del autor, ambos personajes mantienen una discusión de tono paródico. ¿Puede un académico aguantar la burla? En realidad, se trata de encontrarle el lado divertido a la complicada labor de transmisión de textos teatrales sin importar su antigüedad y sin que pierdan la sustancia dramática que los mantiene vivos de generación en generación.

Así pues, Elizabeth y Jaime, recurrirán a la antiquísima estrategia ensayada en el teatro durante el periodo barroco y que perdura hasta nuestros días: la creación teatral dentro del teatro. Aquí es donde los representantes, por medio de distintas técnicas de actuación, hacen de su cuerpo habitación y expresión de distintos personajes, y de un carrito con los elementos necesarios de limpieza, el apoyo para caracterizarlos. La modestia del trabajo escenográfico —una pizarra y un retrato de Shakespeare— en conjunto con el trabajo corporal de los actores establece un diálogo con el público que se acentúa por el acelerado ritmo que adquiere la pieza para provocar risa en los espectadores, moviendo a los más pequeños a completar la historia en conjunto con los personajes y a los más grandes a no parar de reír.

            Establecida la dinámica lúdica de abigarradas transformaciones, apreciables a la vista del espectador en el espléndido trabajo de entonaciones vocálicas, cambio en las posturas corporales y utilización de los enseres contenidos en el carrito de limpieza, comenzarán a dar vida a los personajes principales —familiares de los amantes— y núcleos dramáticos —en torno al amor-odio entre las familias— que mantienen la composición ‘seria’ en la memoria de la tradición. Alternando voces masculinas y femeninas, actor y actriz interpretan el odio entre las familias, el continuo sufrimiento amoroso de Romeo, la anunciación de la boda de Julieta con el conde Paris, el primer encuentro entre los amantes, la renuncia a la convención social, la boda a escondidas, el fingimiento de muerte y muerte real de los personajes.

            El estilo compositivo de la obra original se mantendrá, pero con cualidades propias que enaltecen lo gracioso en el trabajo dramatúrgico de Íñiguez. En este sentido, el amor desplaza a las graves convenciones —políticas, sociales, económicas—, pues estas se colocan en crisis con bromas con las que los profesores se detienen a magnificar su sentido refiriendo la realidad de la cual es sustraída.

Hay que agradecer a Brenda de Arrigunaga y Pablo Chemor, a quienes pudimos observar en acción, la manifestación de su preciosa conciencia escénica y el compromiso con el espectador. Los rompimientos de la ficción cuando así lo requiere la trama para apuntar necesidades de representación, así como la aceleración o dilatación del ritmo de representación para conseguir efectos cómicos sorpresivos. Esta técnica sencilla, pero no menos divertida, abre las puertas a que la reflexión sobre “la naturaleza del amor” se comience a filtrar también en el salón de clase, impresionando a los espectadores que observan a los profesores dejarse vencer por la fuerza de su interpretación.  

Sin llegar a lo grotesco, en el trabajo de realización, el espectador también encontrará pasajes en los que el diálogo se aligerará por el uso de una versificación fluida y juguetona, sobre todo en aquéllos en los que para hablar de la oposición amor-odio se requiere hacer de la expresión de estos sentimientos un juego dulce e infantil. De este modo, se invita al espectador a escuchar, ver, oler y sentir para experimentar la existencia del amor; se le invita a bailar y cantar para manifestarlo, a observar al otro y entenderlo para concertar las voluntades.  

Debemos entender el mundo, desde lo más simple hasta lo más complejo, incluyendo aquí el propio cuerpo como objeto poéticamente dramatizable, un laboratorio para experimentar. Este es, quizá, uno de los aspectos más destacables y sofisticados en el trabajo de actores y director de Romeo y Julieta de bolsillo, al cual se van sumando de manera jocosa otros tópicos teatrales barrocos, a los que el espectador versado en el autor británico reaccionará con una carcajada, reconsiderando la posibilidad de deleitar a su escucha en una conversación sobre asuntos serios.

Fechas:

Todos los fines de semana de abril (11:00 hrs.y 13:00hrs.) Lunes 30 de abril (11:00 hrs.) Todos los fines de semana de mayo (11:00 hrs.) Martes 15 de mayo (11:00 hrs) Sábado 2 y domingo 3 de junio (11:00  hrs.)

Edad recomendada: 6 años…

Costo: $257 – $720

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