La VII edición del Festival Latinoamericano de Teatro promete llegar a México para la primera semana de junio del presente y extenderá sus actividades del 4 al 9 en la ciudad de Pachuca, en el estado de Hidalgo. El pequeño festival forma parte del Corredor Latinoamericano de Teatro, organización cuya iniciativa parte de la creación de un grupo internacional de colaboración en artes escénicas. Álvaro Muñoz, coordinador de la ‘antena’ de comunicación y organización en México, comenta que por “iniciativa de Manuel Ortiz y Mauro Molina en Chile y Argentina, [así como] por la necesidad de generar intercambios y movilidad de espectáculos de calidad que reflejen o traten realidades de cada país” se crea esta plataforma y red de creadores.

Álvaro Muñoz, coordinador de la antena México del Corredor Latinoamericano de Teatro, encargado de organizar el FLT México, de las acciones y actividades que se replican en las antenas de Colombia, Chile, Argentina, Salvador, Brasil y en nuestro país; así como encargado de Sala Siqueiros en Pachuca, sede de las versiones anteriores del evento, cuenta con una trayectoria de experiencia en este proyecto internacional desde el 2015, desde que su compañía Bobina Teatro consolidó un vínculo que le ha permitido al estado de Hidalgo participar con el apoyo de distintas instancias públicas y privadas interesadas en el desarrollo de las artes escénicas  —Prepa Siqueiros, Centro Cultural Europeo, COMIX, Cultura Pachuca entre otras—. 

Aunque se ha hablado de ello de manera local, en Pachuca, en versiones anteriores Muñoz ha mencionado la existencia de una crisis de creación a nivel nacional y otra referente a la manera en la se atrae al espectador a los espacios teatrales, así como la escasa participación de la crítica especializada —académica y de espectáculos—. Es de suponer, por lo anterior, que las convocatorias estén abiertas para todos los interesados en nuestro país, que sean incluyentes, pues según las propias palabras del coordinador “es importante conocer los conflictos y pensamientos de América latina por la historia común que tenemos, los dolores, los afectos y las opiniones, las guerras, las rebeliones y en general las experiencias de nuestros pueblos: el teatro es uno de los caminos de acercarnos”. 

Muñoz dirige en México, pero es una pieza clave del rompecabezas al que hay que observar a distancia. El evento, a cargo del Corredor, como en otras ocasiones, ha convocado a actores, dramaturgos, coreógrafos y bailarines a participar con obras y talleres en coloquios de reflexión y otros eventos relacionados con el impacto social de las artes escénicas en Latinoamérica y Europa. Los resultados, vale mencionarlo, están derivados del esfuerzo de veintinueve personas distribuidas en América y Europa, quienes han logrado mantener la organización de sus actividades durante casi una década. Las convocatorias más destacadas de este colectivo son el Festival Internacional de Unipersonales, el Encuentro de Dramaturgia Internacional Emergente y el Ciclo de Teatro Latinoamericano en Europa pretenden integrar creadores, coreógrafos, escenógrafos en torno a la escena independiente para difundir la discusión y prácticas innovadoras. 

En nuestro país, en el que los discursos escénicos buscan resquicios para colarse y atraer la atención de un público asiduo, la propuesta de coaliciones artísticas internacionales, comentó después Muñóz, fortalece la posibilidad de “vivir la realidad desde la misma mirada [la de nuestros coetáneos]. Desde las mismas carencias, desde los mismos dolores y amores.  Porque el arte es rebelde y a México le hace falta ser más rebelde.” 

Esta rebeldía, finalmente, es compartida por todos los integrantes de esta magnífica propuesta de expresión y análisis profundo de carencias, virtudes y defectos de las sociedades, gobiernos, economías y núcleos de poder modernos por medio de la expresión artística. Con o sin apoyo de las instituciones que, en nuestro país, se encargan de proporcionar apoyo a la creación artística o cultural de cualquier tipo, Álvaro Muñoz menciona en relación con el resto de los países que integran el proyecto que “cada país tiene sus peculiaridades, trabas y privilegios. No conozco al cien por ciento las circunstancias de cada país como para poder decir si el nuestro es privilegiado, lo que sí puedo compartir es que todos los grupos con los que hemos convivido en los festivales hablan de las necesidades y carencias de cada país; sin embargo, con o sin apoyo, hemos logrado juntarnos”.

Podríamos añadir otras tantas preocupaciones que se desprenden del discurso de Muñoz, sin embargo, sirvan las presentes líneas para destacar las posibilidades del trabajo en equipo, quizá no desde el ámbito internacional, sino desde el interior de las instituciones que ofrecen en sus programas académicos la oferta en artes escénicas; desde el interior de la comunidad de creadores cuyo discurso tiende al poco aprecio de discursos alternativos; desde el interior de los críticos que aplauden el trabajo artístico de sus favoritos; desde el interior de las editoriales que publican los textos con escasos criterios de edición. A todos ellos, creadores de públicos distintos, sirva de modelo el modesto, pero decoroso resultado del CLT.

Se espera que la copiosa actividad del colectivo continúe dando frutos, al mismo tiempo que le anticipamos a los asistentes un ciclo de actividades sobre reflexión y realización escénicas, gestión y habilitación de espacios, todas éstas valiosas por cuanto el intercambio cultural con otros países ayuda al nuestro a comprender su producción escénica y a relacionarla con la realidad, a darle voz a otras manifestaciones artísticas de calidad, a colocar los reflectores en el centro de otros escenarios. Sobre todo, a que en futuras ocasiones se difundan los concursos de oposición para que participen los interesados de otras partes de la república. 

Al proyecto, en general, se le puede seguir en el link

https://www.corredorlatinoamericanodeteatro.com/ pero se le anticipa, lector, que no es un repositorio que esté continuamente actualizado, como tampoco lo están sus redes sociales.

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