Con un sello lúdico particular, Córvido Teatro ofrece una historia pensada para un público poco contemplado en el teatro: las personas de la tercera edad.

Una silla de madera, una pequeña tarima y un radio antiguo montado en un banco conforman la modesta escenografía donde la actriz Diana Becerril – a través del juego con la máscara – cuenta y encarna la historia de Guillermina: una anciana intendenta escolar que tiene poco más de un mes de haberse jubilado… Y que ya no sabe qué hacer con tanto tiempo por delante.

El radio es el eterno compañero de Guillermina y a través de su sonido, la protagonista recurre a su propia memoria sensorial y – en la soledad – hace un recuento de su historia y de sus afectos. Esta obra unipersonal nos presenta a Guillermina de pe a pa: desde los recuerdos de su infancia, que remiten a una migración rural-urbana desde edad muy temprana y su dedicación al trabajo desde entonces, pasando por las historias de sus tres maridos y la participación de la protagonista en las luchas sociales en sus ratos libres; hasta la búsqueda del amor en la vejez. El diseño sonoro de la obra es clave para transportarnos a los momentos y lugares de la vida de Guille y sentir en nuestra propia piel las emociones que transmite la actriz enmascarada.

“30 + 1” es el resultado de un proyecto “Arrastrar los pies: Ser adulto mayor en la CDMX” – apoyado por el Programa de estimulo a la creación y al desarrollo artístico (PECDA) de la Secretaria de cultura de la Ciudad de México, el cual involucró la participación e investigación con grupos de personas mayores; enriqueciendo al texto – escrito por Lucio Peregrino y dirigido por Diego Montero Vargas – de un contexto cercano a este demográfico. Sector que es poco incluido en los programas y agendas culturales de la Ciudad de México y al cual Córvido Teatro busca acercarse a través del arte escénico.

La obra nos confronta con una verdad ineludible: el paso del tiempo es imparable y la muerte se acerca poco a poco, conforme avanzan nuestros días. Una verdad que nos provoca angustia; pero ante la cual, Guillermina nos regala un hermoso consejo:

“No hay mejor forma de espantar a la muerte que soñar y trabajar para que esos sueños se cumplan.”

¿Qué es lo que una mujer mayor realmente quiere hacer después del retiro? ¿Qué puede hacer ante la libertad de la soledad? Son preguntas que vienen a la mente durante la puesta en escena y que quizás también nos podemos hacer a nosotros mismos.


Texto y fotos: Susana H Frías

Lee también:

2 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *