José Guadalupe Posada nace el 2 de febrero de 1852 en Aguascalientes, México.

De joven rechazó el oficio familiar de la panadería para poder dedicarse a las artes gráficas, dentro de las cuales destacó en el grabado y la caricatura política. Sus ilustraciones aparecen en las páginas de cancioneros de la época, periódicos de nota roja y en publicaciones como El Hijo del Ahuizote y El Jicote.

Entre toda su obra, probablemente la más conocida sea su grabado de la Calavera Catrina; personaje representativo de la celebración del Día de Muertos en México. Originalmente llamada “La Garbancera” por su autor, esta calavera representó en su tiempo una crítica a la alta sociedad porfiriana. Más tarde, el muralista Diego Rivera la plasmaría en su “Sueño dominical de una tarde en la Alameda Central”; bautizándola con el nombre con el cual la conocemos hoy en día.

Sus personajes esqueléticos apelaban al gusto popular, en un tiempo donde la mayor parte de la población mexicana era analfabeta. Estos personajes reflejaban un discurso: ya que Posada afirmaba que “la muerte es democrática” y nos alcanza a todos por igual.

En el centenario del aniversario luctuoso del artista en el año 2013, el Museo Nacional de Arte gestionó la muestra “Posada: Transmisor“; en la cual se entabla un diálogo entre los trabajos de Posada y los de artistas contemporáneos de la gráfica mexicana.

Esta muestra fue un testimonio de cómo la obra de José Guadalupe Posada ha trascendido en el tiempo y se mantiene como una de las grandes influencias del imaginario popular mexicano.

Hoy en día, las calaveras que hicieron tan populares sus grabados son reconocidas como un ícono popular mexicano alrededor del mundo.


Con información de My Modern MET y Museo Nacional de Arte

Ilustraciones vía Wikimedia Commons

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