El viernes 7 de mayo, se reportó la desaparición de tres jóvenes hermanos; dos hombres y una mujer, quienes desaparecieron de su hogar cerca del centro de Guadalajara. Testimonios señalaron que se trató de un secuestro por un grupo armado.
Sus cuerpos fueron localizados hasta el día 9 de mayo; lejos de su domicilio y acompañados por una pancarta con amenazas del crimen organizado. El mensaje en la pancarta advertía directamente al Gobierno del estado de Jalisco a “no enviar a personal civil a hacer investigaciones” y que “esto les va a pasar a los que hagan lo mismo”.
Una de las hipótesis de la Fiscalía indica que este incidente probablemente se deba a una equivocación por parte de los atacantes. Se cree fueron confundidos con un supuesto objetivo, el cual ha sido escoltado por la Fiscalía y reside cerca de dónde los tres hermanos fueron sustraídos. Aunque no se descarta la posibilidad de que los jóvenes hayan sido blanco del crimen organizado desde un principio; la Fiscalía no reveló más detalles al respecto.
Este no sería el primer incidente similar. A finales de marzo de 2018, tres estudiantes de cine originarios de Guadalajara fueron secuestrados, asesinados y disueltos por sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación. La propiedad dónde se encontraban grabando un cortometraje horas antes; fue vinculada con un rival del cártel, a quiénes los sicarios estaban esperando. Los responsables confesaron más adelante que se trató de una confusión.
El 11 de mayo se realizó una manifestación en Guadalajara, para exigir justicia por el asesinato de los hermanos y denunciar la violencia que aqueja a la entidad.
Con información de El País y Animal Político
Foto de portada: Imarly
