Hamac Caziim: el divino fuego comca’ac que resiste desde el rock

Sobre la comunidad y la banda

La comunidad comca’ac es un pueblo originario que habita la costa central del estado de Sonora. Solían ser nómadas y su territorio ancestral abarcaba de norte a sur: desde Puerto Lobos hasta Guaymas. A inicios del siglo XX se establecieron en los poblados de El Desemboque y Punta Chueca, ubicados en la costa frente a la Isla Tiburón. En este territorio surge una de las bandas que fueron punta de lanza en el movimiento de música contemporánea de pueblos originarios: Hamac Caziim.

El nombre de la banda significa literalmente “fuego bello” en lengua cmiique iitom, pero hay otra interpretación que remite más bien a “fuego divino”. La chispa que inició todo fue la preocupación por ver que algunos jóvenes de la comunidad estaban dejando de hablar la lengua materna. En ese entonces, a mediados de los 90s, el rock en inglés era muy popular en la región y de esto surgió una idea.

“¿Por qué no hacemos rock en nuestra lengua para llamar la atención de los jóvenes?”

La música de Hamac Caziim es una fusión de cantos antiguos con estructuras del heavy metal, el rock pesado y tintes de punk. Para hacer esto realidad se acercaron al Consejo de Ancianos, la autoridad tradicional de la comunidad; para que autorizaran el uso de los saberes tradicionales en nuevas creaciones.

Los cantos adaptados a sus composiciones son de una variante tan antigua del idioma que es imposible de traducir; sin embargo se trata de expresiones destinadas a las fiestas tradicionales de la comunidad.

Con la aprobación de los mayores y la esperanza de mantener viva su lengua, Hamac Caziim lleva más de 20 años ofreciendo una fusión sonora única en su tipo. Han participado en espacios internacionales como el Festival Noches Blancas de Perm en Rusia y en el 2020 cerraron la Carpa Intolerante del Festival Vive Latino.

Desde mi experiencia

Como mencioné anteriormente, yo los conocí en la II Cumbre de Comunicación Indígena del Abya Yala, celebrada en el pueblo mixe de Tlahuitoltepec en Oaxaca. Llegué sabiendo poco del pueblo comca’ac en ese entonces y quedé profundamente impresionada con su presencia escénica. Desde entonces, se han vuelto uno de mis actos favoritos en el movimiento.

Más allá de la energía que transmiten en sus presentaciones en vivo, me atrevo a decir que su estrategia para darle continuidad a su lengua ha funcionado. En mis distintas visitas a la comunidad de Punta Chueca, oí a más niños hablando entre ellos en cmiique iitom que en español.

Sin embargo, sus escuchas no se limitan a la comunidad, Hamac Caziim atrapa a propios y extraños por igual. La barrera del idioma sale sobrando: el espíritu alegre se manifiesta a ritmo de rock, haciendo gala de una herencia ancestral que mantiene vivo el fuego a través de la fiesta.

Con información de INPI vía Yestli

Foto de portada: Susana H Frías

Lee también: