¡Aborto legal, seguro y gratuito! El 8 de agosto en Argentina se votó en el Senado la iniciativa de ley en favor de la despenalización y legalización del aborto; presentada por séptima ocasión sin haber logrado antes avances en dicha materia.

Hoy el movimiento argentino en favor del aborto no punible, goza del apoyo de miles de mujeres y hombres que se solidarizan con la causa alrededor de todo el mundo. No obstante, a pesar de la empatía y solidaridad que ha surgido en torno a la causa de las pibas, la crítica basada en argumentos moralistas y la desacreditación del movimiento no se han hecho esperar. A continuación, se exponen algunas de las ideas claves para entender por qué se busca una despenalización y legalización del aborto, las cuales no solo son aplicables para el caso argentino, sino también para muchos países, incluidos México.

Antes que nada, se debe mencionar que el aborto siempre ha existido y existen diferentes tipos del mismo: espontáneo, inducido, terapéutico e indirecto. Por lo que es necesario especificar que cuando se habla del aborto como una propuesta de ley hace referencia a un aborto inducido, es decir a la interrupción voluntaria del embarazo. El cual se puede realizar hasta las doce semanas de embrazo y no es considerado un homicidio, pues la unión de un espermatozoide y un óvulo da lugar a una célula, que se podría desarrollar como individuo en el futuro, pero que aún, no lo es.

Entonces, ¿cómo se debe abordar el querer legalizar está práctica? Como lo que es, es decir un problema de salud pública. ¿Por qué? Pues porque el aborto siempre ha existido. Sin embargo, cuando no se tienen las condiciones para hacerlo de manera segura, se corren riesgos como pueden ser desgarres, hemorragias, infecciones, esterilidad y en el peor de los casos la muerte.

Por lo cual, hablar de una interrupción del embarazo sin estándares de operación y sin registro de su existencia es un problema de salud pública. Pues son miles las mujeres que mueren en abortos clandestinos a consecuencia de un Estado que no provee las condiciones de salud necesarias para las mujeres en esta circunstancia. Pues cada año de acuerdo a datos de “Alianza por la Solidaridad”[1] mueren al menos 47.000 mujeres en Latinoamérica debido a abortos inseguros y otras cinco millones sufren lesiones graves.

Dentro de este debate se han hecho escuchar comentarios acerca de cómo la legalización del aborto, generará que cada vez más mujeres se realicen abortos. Cuando en realidad está probado por que en los países en donde está legalizado, las tasas del mismo son más bajas “En Estados desarrollados que posibilitan la práctica, bajó de 46 a 27 cada mil mujeres. En las naciones “en vías de desarrollo” con legislación restrictiva, sólo retrocedió de 39 a 37.”[2] 

¿Por qué? Pues porque el deber del gobierno es elaborar políticas públicas que respondan a las necesidades de su población y para lograr esta meta, las políticas públicas son discutidas, se abren a debates, se intenta llegar a las causas de una problemática, así como buscar posibles soluciones. En este caso, la legalización del aborto no es solo eso. Debe ser a su vez, una política pública integral, como las pibas lo han señalado en muchas ocasiones “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, es decir una política pública que ayude prevenir abortos y que no solo tienen alcance en las mujeres, sino también en los hombres.

Además, el aborto clandestino daña directamente a las mujeres de más bajos recursos, pues son estas mujeres las que lamentablemente en muchas de las ocasiones no tiene acceso a educación sexual, anticonceptivos y mucho menos a un aborto seguro. Es por ello que surge la iniciativa de un aborto gratuito, para que cualquier mujer sin importar su condición económica puede recurrir a esté de manera segura.

Del mismo modo, es importante puntualizar que el no legalizar el aborto beneficia al mercado negro del aborto, el cual existe, extrae recursos y en muchas de las ocasiones no realiza este procedimiento médico de la manera más segura posible. Por lo cual, negarse a legalizarlo es ayudar a que este mercado se siga reproduciendo en la clandestinidad, y a costa de la vida de mujeres.

Ahora bien, hasta ahora solo se ha hablado del papel de la legalización del aborto en el marco jurídico, político y médico, pero este tema tiene también un aspecto social que es en donde se encuentra la verdadera polémica. Pues no solo debe existir una despenalización dentro del marco legal, sino que también debe existir una despenalización en el marco social. ¿A qué me refiero con ello?

Como mujeres socialmente se nos ha inculcado que debemos ser madres, pues es nuestra función biológica y social. Pero vamos, eso no es algo que nosotras hayamos decidido, es algo que se nos ha impuesto a lo largo de los siglos por medio de la socialización de esta idea. Por lo que el hecho de que nosotras queramos decidir sobre nuestro propio cuerpo es también definir nuestro rol en la sociedad, ya sea eligiendo ser madres o no. Lo cual en muchas de las ocasiones es visto como algo amoral o digno de criminalización. Cuando en realidad es una apropiación del cuerpo, en el momento en que puedes decidir sobre el mismo, de lo contrario le perteneces a quien toma las decisiones por ti, se debe recordar que solo las cosas no tienen esa capacidad para decidir y sí, tienen dueños. Entonces el negar a elegir sobre el propio cuerpo, no solo acorta las libertades, no solo se te impone un papel social, sino que también te criminaliza al no elegir esta opción.

Del mismo modo, se menoscaba la posibilidad de que las mujeres tengan una vida sexual plena, agrediéndolas con comentarios como “no te gustaría tener un hijo, pero si te gustó abrir las piernas”, como si las mujeres a cambio de placer tuviéramos que tener un hijo. Es decir, las mujeres no deberíamos disfrutar nuestra vida sexual sino estamos dispuestas a tener hijos. Por lo que también se debe de trabajar en romper este esquema del pensamiento para verdaderamente lograr una despenalización de la interrupción del embarazo en lo legal y en lo social.

Por último, no se debe olvidar que el apoyar el aborto legal no significa que ahora tú estás obligada a hacerlo, más bien es apoyo a las mujeres que pueden llegar a estar en esta situación, es luchar para que todas podamos decidir sobre nosotras mismas.

Es por ello que en solidaridad a la lucha de nuestras compañeras argentinas este miércoles se ha convocado a diversas marchas que tendrán lugar en diversas partes del mundo, incluyendo a México en donde aún el aborto no punible no está garantizado para todas las mujeres, aunque su vida corra peligro, lo cual deja entre ver que en nuestro país también queda mucho por hacer en esta materia.


Un artículo de Odette Hernández Barroso.

⁕ Nota de la redacción: Este artículo fue publicado originalmente el 8 de agosto de 2018. En diciembre de 2020 se aprobó en Argentina el proyecto de ley que legaliza la interrupción inducida del embarazo hasta las 14 semanas

Foto de portada: Fotografías Emergentes

[1] https://www.alianzaporlasolidaridad.org/noticias/47-000-mujeres-mueren-cada-ano-en-el-mundo-en-abortos-inseguros

[2] https://www.ellitoral.com/index.php/id_um/166569-la-tasa-de-abortos-disminuyo-en-los-paises-donde-es-legal-entre-1990-y-2014-politica.html

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